En Francia, como en toda Europa, las empresas y los fabricantes están obligados a cumplir varias normas en materia de seguridad de los usuarios. En el ámbito de la construcción y el desarrollo, existe una norma “resistente al fuego” que define la reacción de los materiales al fuego. Esta norma incluye 5 niveles de resistencia al fuego (desde M0 hasta M4).
La mayoría de los profesionales están sujetos a esta norma contra incendios, ya sea por la seguridad de sus clientes, pacientes o incluso sus empleados.